EASY LIKE SUNDAY MORNING
por Jorge "Chiquilín" Orwell
Por vez primera el Central de Pizzi se acercó a ese Central que tanto conocemos y que podríamos apodar "El Central de la Resistencia Peronista" (por el 5 por 1: errar cinco situaciones claras de gol para convertir la restante).
Comenzó Salinas malogrando un par (una propia de un asno); también Lequi, para no ser menos, eligió no acertar al arco y hasta el Loncho honró la tesitura del momento. Tanto es así que ya cuando transcurría el uno a uno, allá por los 30 minutos del 2do tiempo se escuchó el grito de un hincha indicando que era tiempo de errar otro gol para poder llegar a desnivelar antes de los 90'.
También es este Central que tanto conocemos el que en la primera que tuvieron ellos, de tan atentos y hospitalarios que somos con la visita, le permitimos convertir.
La mañana del domingo había comenzado distinta para muchos que venían de gastar ¡un billete de mil… ♫sábado♫ chicas para salir, ♫sábado♫.
Los ómnibus iban cargados de hinchas que en este caso no hacían sonar las chapas del rodado acompañando los cánticos en su habitual bullanga, sino más bien viajaban emitiendo un coro de ronquidos y resuellos semejante al graznido de algunas aves, pero alertas a no pasarse y terminar en el Control, en Nuevo Alberdi o en la República Bolivariana de Venezuela. Los muchachos tenían que afrontar un compromiso tal vez más duro que el de los jugadores: Por primera vez en más de cuarenta partidos iban a tener enfrente una hinchada rival y la falta de competencia, y el horario, podían conjurarse para hacer una barrabrava falta de reflejos, adormilada, que conteste a destiempo una consigna hiriente o simplemente no recordar qué era lo que había que cantar para incomodar al contrincante de turno, en este caso Instituto, el club que posee la mayor cantidad de hinchas con rulos del país. Felizmente todo aconteció como si el tiempo no hubiera pasado: con Guerreros afilados.
UN PARTIDO PLANTEADO DESDE LA METEOROLOGÍA
El aspecto del Gigante también era distinto, el Sol iluminaba las plateas de Cordiviola.
El tradicional plateísta "solarium" del lado del Río quedó totalmente desubicado, cagándose de frío en el cono de sombras, con su clásico look en cuero y con sobredimensionados lentes de sol .
Y, como nunca antes habíamos visto, el Astro Rey daba en el rostro del arquero de Génova (el nuestro, que lo tuvo de frente durante todo el 1er tiempo, mientras que en la segunda etapa el cielo muy ortiva se nubló).
¿Y el viento? ¡Hiiiiiiiiiiiiiiiiijo de puuuuta!. Así como descolocó a la defensa "institutriz" y se la dejó servida al ineficaz Salinas, luego hizo lo mismo en nuestra área, y gol de ellos.
El 2do tiempo nos ofreció la imagen que tanto necesitábamos del equipo y un feroz despliegue de ese fútbol loco. Sufrimos como siempre, pero secretamente seguros de que el final sería feliz; Ferrari rompió el hechizo de los penales y cuando Castillejos metió el segundo, la digestión de las pastas al tuco que ya empezaban a cocinarse en nuestros hogares, estaba asegurada.
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| VOLVIERON LOS VISITANTES. UN TÍPICO NEGRO CORDOBÉS CON RULOS, CON LA CASACA SUPLENTE DE LAAAA GLORIA . |
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