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¿EL DESCENSO ES UN CASTIGO A LA SENSIBILIDAD?
por Bad MadMuchos clubes se enorgullecen de que en sus divisiones infantiles el fútbol, u otro deporte, es "no competitivo".
Con el saludable criterio de que "todos juegan", la mayoría de los niños que se acercan a practicar deportes se ven enrolados en las competiciones internas. Incluso, en algunos casos ni siquiera hay tal competición ya que prima el concepto del esparcimiento y la recreación. Las instancias competitivas aparecen a medida que los niños van creciendo y van pudiendo afrontar la tensión propia de la competencia, de jugar con desconocidos, los entrenamientos, etc.
Por otro lado, se encuentran aquellos clubes que desde pequeños inculcan a sus niños el espíritu competitivo y aceptan como único resultado posible la victoria. De esta forma, se establece un mecanismo darwinista de sobrevivencia de los más "aptos" o de aquellos que puedan afrontar el desafío. Es así que, entonces, hay muchos niños que no tienen lugar en esos equipos: los niños que están un poquito excedidos de peso (cruelmente apodados Gordos), los que no se adaptan a la ciudad por venir de ciudades más pequeñas (Gringos, Pollos colorados, o nombrados como la fauna de sus lugares de origen), los que tienen alguna pequeña falla en su esquema corporal (dolores, problemas de flexibilidad, llamados Rotos, Rengos) y también quienes no demuestran una cabal comprensión de la realidad (Sonsos, Bobos).
No quedan dudas que Central ha pagado el elevado precio de quien apuesta a la inclusión y a invertir la cruel pirámide de la competencia integrando a toda una serie de patologías que en otras instituciones no tendrían lugar en una 1ra división.El club de Arroyito invirtió la pirámide: la competencia fue para los más chicos y ha dejado al sector no-competitivo en el vértice.
No conforme con ello, ha confiado los destinos del club a alguien que padecía una grave adicción. (el morbo popular le llama Borrachos)
El éxito no debe medirse en términos económicos o deportivos.
CENTRAL, ADEMÁS DE TENER AGUANTE, NO DISCRIMINA.
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2 comentarios:
Estoy de acuerdo con el premio INADI. Zelaya encontró un lugar en el mundo cuando todos le cerraban la puerta.
Brindo por eso.
Propongo paseos, suelta de globos, juegos tranquilos, diferenciación de colores para Galíndez yçtodo solventado con el sobrante del sueldo que debería devolver Figueroa para bancarle el tratamiento a nuestro querido Gordo
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