25 may 2010
HIMNO A LOS JUGADORES QUE NOS MANDARON A LA B
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(ACLARACIÓN: NO HAY RIMAS, NO LAS MERECEN)
Te aplaude, desconcertadísima; el júbilo tardará años en regresar
Esta hinchada deportiva que admira a muchos, pero a ninguno de los de ahora
¿Campeón?, No, al contrario. ¿Cien jornadas? Ominosas
Valiente, a veces, pero quedó claro que no alcanza, y más que orgullo inspira instintos homicidas
Al símbolo auriazul lo han execrado desde adentro
Se enciende casi nunca, y resplandece como la luz al final del túnel de Víctor Sueiro
Cada vez que la cancha se electriza, últimamente,
Es porque estalla la impotencia, el odio, el horror.
Rosario Central, refugio de hampones,
radicales, prestamistas, incapaces, abogados,
fracasados, verseros, impotentes, salames obsecuentes
Corazones rosarinos infartados
Y la gloria sufre un mal terminal
¡Otro gol de Central!... Ah… no, la agarró el arquero rival, o pasó por arriba del travesaño
Se rubrica una nueva derrota
El haber triunfal sigue en rojo
Y ya está en la historia, que sigue postergando su reverdecer
Esa historia jalonada de coraje, pero esta vez sin hazaña
La gloria ya no es eterna, yace moribunda.
Deshonrosos “paladinis” del deporte
Atletas impresentables en la lid
Pávidos, no lucháis, y no os importa,
Perdéis ante rivales con o sin talla, viriles o asexuados,
Nuestros blasones han empalidecido completamente
El símbolo triunfal –que debía brillar siempre– se apagó por deudor incobrable
Arriba, pues, noqueados, fariseos, perdedores, indignos, cobardes, babosas.
¡Ya llegaron al fútbol del Nacional!
Por: VICENTE LOPEZ Y FLANES
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(ACLARACIÓN: NO HAY RIMAS, NO LAS MERECEN)
Te aplaude, desconcertadísima; el júbilo tardará años en regresar
Esta hinchada deportiva que admira a muchos, pero a ninguno de los de ahora
¿Campeón?, No, al contrario. ¿Cien jornadas? Ominosas
Valiente, a veces, pero quedó claro que no alcanza, y más que orgullo inspira instintos homicidas
Al símbolo auriazul lo han execrado desde adentro
Se enciende casi nunca, y resplandece como la luz al final del túnel de Víctor Sueiro
Cada vez que la cancha se electriza, últimamente,
Es porque estalla la impotencia, el odio, el horror.
Rosario Central, refugio de hampones,
radicales, prestamistas, incapaces, abogados,
fracasados, verseros, impotentes, salames obsecuentes
Corazones rosarinos infartados
Y la gloria sufre un mal terminal
¡Otro gol de Central!... Ah… no, la agarró el arquero rival, o pasó por arriba del travesaño
Se rubrica una nueva derrota
El haber triunfal sigue en rojo
Y ya está en la historia, que sigue postergando su reverdecer
Esa historia jalonada de coraje, pero esta vez sin hazaña
La gloria ya no es eterna, yace moribunda.
Deshonrosos “paladinis” del deporte
Atletas impresentables en la lid
Pávidos, no lucháis, y no os importa,
Perdéis ante rivales con o sin talla, viriles o asexuados,
Nuestros blasones han empalidecido completamente
El símbolo triunfal –que debía brillar siempre– se apagó por deudor incobrable
Arriba, pues, noqueados, fariseos, perdedores, indignos, cobardes, babosas.
¡Ya llegaron al fútbol del Nacional!
Por: VICENTE LOPEZ Y FLANES
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2 comentarios:
Tremenda...
Todavía no caigo
muy buena, la verdad que 15 puntos
http://www.centrojas.com.ar/Rosario-Central
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