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¿ESTO ES REÍR MEJOR?
por Chiquilín García Lorca
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¡Cómo te quiero Castillejos! Más allá de los vilipendios que
te hemos proferido (y que, sin dudas, retomaremos apenas nos vuelvas a sacar de
quicio, como lo harás seguramente) debo decir que adoro tu torpe ahínco de noble
bruto cuando éste se nos aviene acompañado de esos goles que sólo vos sabes concebir y que últimamente venís haciendo de contino
para beneplácito de la hinchada que te aplaude y saluda jubilosa. Tu última pedifactura ante Aldosivi es, con mucho, superadora de tu anterior obra maestra
ante Huracán; en esta oportunidad no sólo definiste de la misma antiestética
manera sino que a eso debemos sumarle tu desaseado triscar hacia el meticuloso
pase de Ricky Gómez; y además (me pongo de pie para aplaudir) esa bajada de
pelota con paso cambiado que desconcertó al arquero junto a los otros 20
jugadores en cancha más los suplentes, árbitro, linesman y toda la afición; aún
los científicos versados en física molecular, mecánica cuántica y,
fundamentalmente, biofísica están tratando de descifrar cómo lo pudiste hacer.
Éxtasis total, más aún, sabiendo que un gol tuyo es victoria segura, así que
desde los 14 minutos no paramos de festejar. Gracias a ti, Gonzalete, y a esa
cara de jugador antiguo que tienes (¡pues que ya es tiempo de que te dejes crecer el bigote, hombre!).
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¿Estamos, entonces, ante un nuevo Palermo, es nuestro buen Gonzalo heredero de esa raza de longilíneos elegidos que transforma las desarmonizadas piruetas de sus piernas-caballetes en el fruto de oro llamado gol? Albricias, pues, y que esas mejillas rubicundas de soles de trilladora no pierdan esa marca de buena salud y mejor puntería.
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| UNA DE LAS ESPECIALIDADES DE CASTILLEJOS: PRESIONAR EN LA SALIDA DEL ARQUERO. . |
Antes hubo otro gol, Rivarola empujó hacia la red un centro
de Rivero, pero cuando la pelota se hallaba presta a ingresar en la valla
tiburonense sin que rival alguno pudiera impedirlo, apareció el siempre
excitado Antonio Chucky Medina para tocarla (sin ninguna necesidad) en posición
adelantada y hacer que nos anulen la conquista. Después el refinado tiro libre
de Rivero (años sin que suceda un gol en este formato "Chiquilín García") y el innecesario 2do
tiempo con el tercero nuestro y el descuento de ellos que lo sufrimos porque
nos cortó la racha invicta del Mellizo que casi llega a los 500 minutos sin que
le conviertan. Pero ya era todo un descontrol, ahora vamo todo a Tucumán al
grito de “aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, el gol de Castillejos (en
plural no da la métrica, además nunca hace más de uno) que ya está por venir”.
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