Y... esto es lo más cercano que nos quedó a un clásico. Huracán... ¡Huracán! el presuntamente grande, el teóricamente querible, el rival de los 70, el de aquel 1-0... Bueh, se aceptan alternativas para el partido que te salva el año. En la provincia no quedó ninguno. Dirán River. Recordarán los duelos con el Atlanta antediluviano.
Pero esto sí que nos hacía falta, y más con Huracán. Ganar, gustar... tener todo dado para golear.
La protagonista fue LA calor.
Mediando el segundo tiempo, el mayor peligro para el arco del Melli García era que Castillejos tuviera un surmenage con espejismos y empezara a correr y patear hacia el arco nuestro.
MONZÓN. CON ESOS GUANTES SIEMPRE SOS CANDIDATO A MANDARTE UNA CAGADA. SI LO SABREMOS NOSOTROS, QUE LO TUVIMOS A GALÍNDEZ. . |
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