DIFFICULT LIKE SATURDAY MORNING (easy like Sunday morning)
Los horarios matinales para el fútbol (en realidad hay uno solo: 11 AM) tienen el rechazo de los tradicionalistas, de los trasnochadores, de los que laburan a esa hora, pero al mismo tiempo hay gente que le ve sus ventajas, principalmente la de aprovechar el resto del día.
En Central se agrega otro segmento sociológico que tiene algo para decir del horario matinal: los plateístas solarium de la platea del Río. Ese especimen tan canalla, esa pequeña burguesía canalla de oscurísimos lentes de sol, de cabelleras surfistas y torso desnudo hasta entrado junio, abnegadísimos seguidores de Lacademia por todo el país -y ni te cuento en época de copas internacionales cómo se aparecían en tribunas colombianas o brasileras-, esos plateístas del río, un escaloncito debajo de su locura por Centralito tienen su locura por tomar sol. Y el Sol, comenzado Rosario Central - Deportivo Merlo, 11 AM del sábado, daba a la platea de enfrente, a Cordiviola.
La platea Solarium había cambiado de punto cardinal. Del lado de Cordiviola, varios septuagenarios con gorro de viejo, a cuadros, se sorprendían también con esta experiencia casi inédita: el Sol en sus caras.
La llegada a la cancha ya había entregado una sensación de extrañez: no había humos de chorizos a la parrilla. Eran las 10, o 10 y media de la mañana del sábado. ¡Las caripelas! de los muchachines que a pesar de la trasnoche cumplían con su deber cívico. Ahí tenías a pibes y pibas (copyright DelFrade) de la zona sur, que venían en esos bondis, apiñados, para lo que habrían tenido que madrugar quizás antes de las 9.
Ya durante el partido, la límpida brisa matinal y el sol traían un poco de alivio a la nerviosidad creciente.
Medina no acertaba una, reafirmando una sospecha que cobijábamos, de que él es más bien un animal de hábitos nocturnos, casi un ser humano.
ANÁLISE DEL PARTIDO (por Chiquilín García Lorca)
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El
partido, un asquete; el juego colectivo, un embrollo; las
individualidades, una caquexia. Pero los tres puntos quedaron aquí y
ahora, ¡a que te den morcilla, Deportivo Merlo!. Bueno, no mucho más que
agregar, solo que habría que evitar que el Nuestro juegue al mediodía
porque es muy probable que nos inhiba la apetencia. No vamos a decir que
al rival simplemente por ser quien es le tendríamos que haber llenado
el canastillo porque eso, sabido es que pertenece épocas pretéritas, pero
sí deberíamos generar más situaciones de gol tan solo sea para amenizar
a gran pueblo canalla que se dio cita en el Gigante como así también a
los que siguen las instancias por la televisión. ¡Pues que se nos van a
ir todos los auspiciantes incluido la Voz del Estadio, coño!
Conste que
ya no pedimos goles sino escenarios propicios para el mismo, esos que la
hinchada acompaña con un Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Uhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Pero al fin y al cabo sirven como para
entretenerse mientras transcurren inexorablemente los minutillos. Por
suerte, cuando ya vacilábamos respecto a las posibilidades de quebrantar
la paridad, un pésimo remate (como solo él sabe perpetrar) de Monje
afortunadamente se desvía en un defensa merlense y el balón queda a
gusto y paladar de nuestro grande y muy castizo Castillejos para que haga su
especialidad que es empujarla en los contornos del área chica.
Una
para el chaval Ricky Gómez. Promediando la segunda etapa, antes del gol, hubo un
lapso donde no sólo no acertó centro alguno sino que tampoco un pase. ¡Os vais superando fecha a fecha, congratulaciones para ti,
jumento!
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| LOS LOCOS LINDOS SE BURLAN DE MERLO . |
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