2011-Fecha 24: RC 1 - Patronato 0

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¿CUÁNDO NOS PODREMOS IR CONTENTOS DE ESTA CANCHA?

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Como primera consideración, sépase que para este Comité Editorial, Patronato, a pesar de venir de la adorable pcia de Entre Ríos, concentra una serie de características que lo hacen especialmente repudiable: sus colores, su hinchada que en realidad es de Boca o River, y, principalmente, su vínculo con la genocida Iglesia Católica.
Segundamente, reconocemos que, por las malas, se nos ha hecho carne una necia verdad repetida por la semianalfabeta constelación de periodistas deportivos: a esta altura, valoremos los 3 puntos y dejemos para más adelante otras cuestiones.
¡Pero, loco, qué malos eran los otros! ¡cómo duele la falta de personalidad de los nuestros -excepto el sublime Jesús Méndez-!
Es falaz-falaz que por mala suerte pegamos tiros en los palos. Carrizo y Medina definían con tiempo, y tiene precisión -para algo son petisos-, pero se viven con miedo, viven nerviosos, al igual que Rivero -aterrado ante cualquier rigor rival-, Valentini, Braghieri, Ballini, y los otros.
El momento de desesperanza y desilusión fue cuando Figueroa se fue reemplazado por un suplente:... casi toda la cancha lo aplaudió, y algunos -imbéciles- ¡de pie! 
¿Hizo un gol? Sí, ¿y?. Cualquier otro delantero también hacía ese gol, y más fácil, porque cualquier otro delantero es más rápido que el Estafador. ¿O acaso el mérito de ese gol no estuvo en la exquisita habilitación de Jesús?
El resto del partido de Caro Figueroa fue ni más ni menos que la negación de su apodo, LUCHO, porque si hay algo que no hace este hijo de puta es LUCHAR. Lo que sí te asegura el tipo es que dos veces por partido corre a algún rival hasta el campo nuestro, contra el lateral, y se tira contra los carteles para hacer un poco de demagogia para mogólicos. El resto del partido, mira pasar las pelotas -enviadas desde abajo para que dispute él- sin esforzarse en lo más mínimo, y que terminan invariablemente controladas con facilidad por cualquier defensor semiamateur que se asegure estar cerca de él y medir más de 1,80 m.
La canción -de indeleble cuño riverplatense- que nos hemos visto obligados a adoptar este torneo 'Jugadores la concha de su madre', termina con la verdad cada vez más visible de 'no juegan con nadie'.
Ni así, ni ganándole a 'nadie', este equipo nos da una satisfacción.

FIGUEROA Y SU ACTITUD "TOTAL, COBRO IGUAL"